martes, 20 de mayo de 2014

Cine accesible

El proyecto Cine Accesible, impulsado por la Fundación Orange y por Navarra de Cine SL, pretende a acercar la cultura a las personas con discapacidad visual y auditiva como una propuesta más de integración. Con el fin de cumplir este objetivo, las salas en las que se proyectan las películas disponen de mecanismos para paliar las deficiencias auditivas o visuales de parte de los asistentes. De esta manera, las personas con dichas discapacidades podrán incorporarse de forma activa a la vida social y compartir su tiempo libre con familiares y amigos.

Para las personas con discapacidad auditiva, las proyecciones cuentan con un subtitulado digital que se realiza sobre una pantalla de 5mx0,5m colocada bajo la pantalla de proyección, de manera que no entorpezca la visión de la imagen. Los subtítulos están en castellano y siguen un código de colores, utilizado por las personas sordas, que facilita la identificación de los diálogos de cada personaje principal con un color diferente.


Por su parte, las personas con discapacidad visual disponen de unos auriculares personales, con volumen ajustable, desde los que pueden seguir una descripción de las situaciones y las reacciones de los personajes que ayuda a contextualizar y comprender mejor los diálogos y sonidos originales que se perciben a través de los altavoces de la sala. Además, se editan folletos en braille en los que se ofrece información sobre el proyecto.


El proyecto Cine Accesible es una iniciativa destinada a propiciar que las personas con discapacidad acudan al cine en las mejores condiciones posibles, ya que el cine, el teatro y los espectáculos en general siguen siendo territorios prácticamente vedados para este colectivo, que en España está integrado por tres millones y medio de personas y supone el 9% de la población total.
En general, las acciones dirigidas a la integración y la normalización de las personas con discapacidad han estado centradas fundamentalmente en facilitar el acceso a contenidos de tipo educativo y laboral o a disminuir barreras arquitectónicas y de transporte. Sin embargo, la Fundación Orange y Navarra de Cine S.L. entienden que el ocio debe ser tenido en cuenta como una propuesta más de integración. Por este motivo se escogen filmes de reciente estreno, huyendo de los contenidos realizados específicamente por y para personas con discapacidad, y se diseñan convocatorias destinadas a acoger a todo tipo de público.

En 2007 se llevaron a cabo cuatro diferentes etapas del proyecto, en junio y septiembre, en las ciudades de Pamplona, Bilbao, Zaragoza y Madrid, se han proyectado las películas ‘Spiderman III' y ‘Una mujer invisible'.

En Noviembre se exhibió 'Bajo las estrellas' en Pamplona, Zaragoza, Madrid, Barcelona y Oviedo, y en diciembre, además de Oviedo, el proyecto se presentó con 'Donkey Xote' en A Coruña, Valencia y Murcia.

En 2008 el proyecto se ha presentado en nuevas ciudades con 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal', concretamente en Santander, Valladolid, Toledo y Logroño. Asimismo, se ha firmado un convenio de colaboración con la Caja Mediterráneo para la proyección de varias películas en Alicante, Murcia y Torrent.

Noticia "Cadena Cope"


Comentario: Es una gran noticia que se intente crear inclusión en las salas de cines, pero a la vista está con las ciudad participantes y las fechas que aún queda mucho para hacer. Que puedan ir al cine como cualquier persona, al estreno de una pelicula o simplemente una vez al mes a ver una pelicula y que sea la que ellos quieran. Y claro esta que se proyecte en su ciudad. Porque, ¿De que sirve una integración en el cine, cuando margina a aquello que no pueden disfrutarla? 

lunes, 12 de mayo de 2014

ADARES contra la soledad

180 farmacias de Barcelona se unen a un proyecto para detectar gente mayor en riesgo de aislamiento

En el Eixample 11.000 ancianos viven solos


Magdalena Aragonés, en su casa del Eixample. / Massimiliano Minocri
Espabilada, Magdalena Aragonés atraviesa el pasillo alfombrado que conduce al salón de su casa y parlotea amablemente mientras ahueca los cojines del sofá. Sus ojos azules escudriñan por el ventanal de un salón impecable, cargado de retratos y tapetes de ganchillo. Son ya 93 años los que guarda en la mochila; 30 de ellos, sola en su casa del Eixample barcelonés. “No tengo hijos, pero tengo muchos sobrinos. Lo que pasa es que todos están ocupadísimos y no pueden venir”, justifica. Magdalena es uno de los ancianos en riesgo de aislamiento que monitoriza el Ayuntamiento de Barcelona a través del proyecto Radars. Unas 150 entidades sociales, 269 comercios y 524 radares vecinales participan en la iniciativa detectando gente mayor que vive sola y comunicándoselo a los servicios sociales. Las farmacias son el último gremio que se ha unido para abordar la vertiente sanitaria.
Magdalena entró en la iniciativa porque un radar de Cruz Roja se lo comentó a su portera, Mari. “Me llama Marisol de Cruz Roja de vez en cuando para preguntarme qué tal estoy, cómo me va…”, explica la anciana. La iniciativa, presente en 15 barrios de la ciudad, controla a más de 400 personas mayores de 75 años. Según el padrón municipal, cerca de 59.000 ancianos de esta edad viven solos en Barcelona. “Se trata de una acción comunitaria del vecindario. La gente detecta lo que no vemos”, explica Assumpció Rosset, comisionada de gente mayor del Ayuntamiento. Desde el verano, Josep Regàs, voluntario de Cruz Roja en Radars, ha visitado más de 400 pisos. “Lo que más necesitan es hablar”, explica.

Una boticaria atiende a una anciana en una farmacia del programa. / Massimiliano Minocri

Desde su pequeña farmacia en el Gòtic de Barcelona, Montse Gironès reparte más que medicamentos a sus clientes más mayores. Leer una carta a algún anciano o explicarle una factura son algunos de los extras que brinda la boticaria. Su farmacia es una de las 180 que se han unido al proyecto. “Generamos confianza y proximidad con los clientes, conocemos su historia y podemos detectar mejor cuando hay alguna incidencia”, explica.
La cercanía de las boticas del barrio con el vecindario ayuda a detectar situaciones de riesgo. Que el anciano tarde más tiempo del habitual en visitar al farmacéutico o una falta de higiene pueden ser indicadores de alerta. “En las farmacias detectábamos problemas de alimentación, soledad, gente mayor en riesgo de exclusión que se iban autolimitando cada vez más”, advierte Mercè Barau, portavoz del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. Los farmacéuticos actúan desde el radar básico —si detectan situaciones de riesgo, derivan el caso a los servicios sociales—, o bien como radares especializados, en los que los boticarios completan la red de servicios sociales con intervenciones de tipo sanitario.
Los farmacéuticos advierten de que el número de ancianos en riesgo de aislamiento es mucho más alto del que se calcula. “Se han atendido a unos 400 ancianos en riesgo, pero creemos que esta cifra es mucho más alta. Hay un hueco muy grande que queda por detectar. Se sabe que está pero no se sabe dónde”, señala Barau. Rosset dice que están “en pleno despliegue para llegar a todos los barrios de Barcelona”. El consistorio quiere ampliar sobre todo la red de Radars en el Eixample, donde hay unos 11.000 ancianos que viven solos. Apurando los minutos para ir a una reunión de vecinos, Magdalena reivindica también su papel como radar, aparte de usuaria: “Yo también estoy al tanto y si llevo tiempo sin ver a algún vecino del barrio que sé que está solo, pues aviso”.

Diario "El País"


Comentario: Un lugar donde acuden bastante asiduamente los ancianos son las farmacias, y es bueno saber que desde hay pueden detectar un problema como es la soledad a esas edades y proponer una solución o que por lo menos se intente solucionar. Desde luego es buena idea y práctica.

Aspanias establece un enclave laboral en el Cenieh

Arranca esta semana el primero de los proyectos que acordaron en noviembre la asociación de personas con discapacidad intelectual y el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana.

Cuando esta mañana terminen la jornada laboral, María Hernando, Casilda Gallo y David Martín habrán completado su primera semana como trabajadores en el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (Cenieh). Estas tres personas son las primeras con discapacidad intelectual que acceden a desarrollar una labor en una entidad de alta investigación y este hecho singular se ha producido gracias al acuerdo que el Cenieh firmó el pasado mes de noviembre con Aspanias y cuyo principal objetivo es ampliar las posibilidades de trabajo de este colectivo, que son más complicadas, si cabe, que las del resto de la población.
Lo que se ha constituido en el centro de investigación se llama  enclave laboral y es una fórmula de creación de empleo intermedia entre los centros especiales de empleo y las empresas del mercado normalizado. «Los trabajadores del centro especial de empleo, que siempre siguen perteneciendo a él y no a la empresa, desarrollan su actividad en las instalaciones de la empresa del mercado abierto. Esto les permite conocer y experimentar otros entornos de trabajo y -algo que es especialmente interesante para nosotros- permite al empresariado conocer las capacidades y el rendimiento laboral de los trabajadores con discapacidad intelectual»,   explica María Ortega, directora técnica de la Fundación CISA, Centro Integral de Servicios de Aspanias. 
Y aunque aún no ha dado tiempo a que toda la plantilla del centro conozca a María, Casilda, David, y a Sonia Ausín, que es su supervisora, María Amor Barros, responsable de Relaciones Institucionales del Cenieh, está convencida de que van a ser muy positivo para todos incluso para transmitir «que las formas de hacer ciencia son infinitas y están al alcance de todo el mundo». La técnica de Comunicación Chitina Moreno añade que se trata de una oportunidad «muy interesante» de abrir el centro a la sociedad porque cree que sigue siendo «un gran desconocido» para los burgaleses, y Sonia Ausín, por su parte, cree que aportarán mucho en lo que se refiere al ‘factor humano: «Son unas personas muy cercanas y tienen una gran capacidad de trabajo, además, están encantadísimas de estar aquí y de demostrar lo que valen».
Los tres confirman el diagnóstico de su supervisora y manifiestan estar muy contentos tanto con la labor a la que se dedican, en la que ya andaban bastante entrenados, como por la posibilidad de salir de sus otros centros laborales y de formación, que están en Aspanias, durante cinco horas al día. Porque este es el tiempo que María Hernando, Casilda Gallo y David Martín dedican a separar los fósiles de pequeños animalillos, de la microfauna que se esconde entre los kilos y kilos de sedimentos que llegan en bolsas desde los yacimientos de Atapuerca. Para hacer una labor tan delicada se requiere mucha paciencia, tener el ojo bien entrenado y una motricidad fina adecuada, condiciones que reúne de sobra este equipo porque lleva años  haciéndolo como parte de la estrecha relación que une a Aspanias con todo el entorno de la evolución humana desde hace más de una década.
Estas habilidades, una pinza y, además, un buen oído componen el equipo del que se sirven estos trabajadores para evitar que los restos de seres vivos se vayan a la basura: «El oído es importante porque algunos huesos son muy parecidos a las piedrecillas a la vista pero si les tiras suavemente sobre una cajita hacen un ruido distinto y escuchándolo no te confundes», asegura Casilda mientras sus compañeros asienten.
El director del centro de investigación, Alfredo Pérez, reveló durante la firma del convenio con Aspanias que podría haber trabajo de estas características para los usuarios de Aspanias al menos hasta el año 2015 pues en uno de los sótanos del emblemático edificio se acumulan cerca de 2.000 bolsas con cuatro kilos de sedimentos cada una. A esta iniciativa le seguirán otras como el escaneado de documentos para la digitalización de la biblioteca o la participación en excavaciones durante el verano en diferentes provincias como Soria o Teruel.

Noticia de "Diario de Burgos"


Comentario: Es un paso hacia adelante el crear nuevos enclaves laborales para dar salidas profesionales a personas que tienen los mismos derechos y deberes aunque con diferentes necesidades. Algo que se puede solventar fácilmente en un puesto de trabajo.

viernes, 2 de mayo de 2014

5000 sin techo atendidos en cataluña

Unos 5.000 ‘sin techo’ fueron atendidos en albergues catalanes en 2012

La Mesa del Tercer Sector culpa del incremento de gente sin hogar a las restricciones de acceso a una vivienda

La crisis económica y las dificultades para acceder a una vivienda han dibujado un paisaje urbano con albergues a rebosar. Así lo ha denunciado esta mañana la Mesa del Tercer Sector en el informe Crisis, empobrecimiento y gente sin hogar. “El cojín familiar para resistir la crisis se ha erosionado notablemente.La familia y las redes de relación social de proximidad han perdido buena parte de su capacidad de reacción solidaria”, han explicado las entidades sociales. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidas por el Tercer Sector, 4.888 indigentes catalanes fueron asistidos en centros de atención a gente sin hogar en 2012. Solo en la ciudad de Barcelona, la Red de Atención a personas sin hogar de Barcelona (XAPSLL, en sus siglas en catalán), ha certificado que el número de gente sin techo se ha incrementado un 42% desde 2008.
La encuesta a personas sin hogar del INE ha revelado que la crisis es el desencadenante que aboca a la mayoría de las personas sin hogar a vivir en la calle. El número de sin techo que atribuyen su situación a la pérdida de empleo se ha incrementado cerca de un 55% con respecto a 2005. Asimismo, las personas sin hogar que llevan más de un año buscando trabajo han aumentado un 132% en siete años y los que tienen como única fuente de ingresos una renta mínima de inserción, alrededor de un 200%.
Así, ante el aumento de indigentes derivado de la situación económica, las entidades sociales han hecho hincapié en la necesidad de “desestigmatizar” al colectivo. Si bien es cierto que a las personas que se ven abocadas a vivir en la calle les han fallado otras estructuras de protección social – como el llamado “cojín familiar”-, la Mesa ha denunciado que la indigencia es un problema de acceso a la vivienda: “Aunque es cierto que la situación encarnada por las personas que pernoctan en el espacio público requiere el fallo de muchos más elementos de protección social que el propio acceso a la vivienda, un ciclo vital marcado por la imposibilidad de disponer de una vivienda digna conduce con toda probabilidad a padecer exclusión en otras dimensiones de las relaciones humanas”.
En el informe, elaborado por el politólogo Albert Sales, las entidades sociales han denunciado también “la falta de estudios que permitan conocer la dimensión real del problema para poder organizar y planificar respuestas adecuadas”. La Mesa del Tercer Sector ha instado a las Administraciones a actuar desde un ámbito “supramunicipal” para ayudar a la gente sin hogar: “Hay que atacar el problema a través de medidas estructurales y coordinadas entre las diferentes administraciones públicas y las entidades sociales”. Además, la Mesa ha agradecido el papel coordinado de ayuntamientos y organizaciones humanitarias, que han conseguido que “en estos últimos años , el número de personas sin hogar no haya crecido de forma significativa”.
“Cualquier personas que viva en la calle está sufriendo y eso no lo podemos permitir”, ha insistido Ferran Busquets, el presidente de la Fundación Arrels –que asiste a gente sin techo en Barcelona- en un coloquio posterior a la presentación del informe. Busquets ha reclamado, además, más inversión en políticas y formación para hacer frente a la problemática de la gente sin hogar. La indigencia, concluyen las entidades sociales, “constituye la cara más visible de una exclusión muy extensa que requiere una profunda reflexión sobre los modelos de atención social y sobre el rol de las instituciones en la lucha contra la pobreza”.

Noticia de "El País"


Comentario: Qué desde la crisis las situaciones económicas de las familias han empeorado es sabido por todo. Lo que no se sabe tanto o no se quiere ver, es esa gente que lo ha perdido todo y se encuentra en la calle, sin hogar ni sustento. Cada vez son más y cada vez con más problemas asociados debídos a las situaciones que les han llevado a estar en esa situación. Un problema de la sociedad de la que todos somos responsables.